Hoy es 01 de junio, hace aproximadamente quince días fue día de las madres. Esos seres especiales que nos llenan de ternura, de cuidados y de mimos en nuestros primeros años y que más adelante se constituyen en compañeras inseparables por el resto de nuestras vidas. Esos seres de luz que no son más que paño de lágrimas durante las penurias pero a la vez ese primer amor a quien le llevamos nuestras primeras flores y con quien compartimos nuestras confidencias.
Las madres nos
cuidan, nos protegen con un cariño
desbordado porque somos sus hijos. Pero ese mismo cariño hace que nos reprendan cuando
sea necesario. Aunque esa reprensión sea
a costa de alguna lágrima temporera, no
importará porque mientras brota de esos ojos de inocencia partiéndole en mil
pedazos el corazón a nuestra madre, ella
tendrá presente en su mente como una diáfana visión el resultado que estas
sanciones tendrán en su hijo.
Las madres son
entrega y dedicación, son amor, dulzura y comprensión, son firmeza pero flexibilidad a la vez.
Por eso quizás
tantas poetas, escritores y músicos han
escrito sobre las madres y los nobles
sentimientos que ellas despiertan. En esta oportunidad, como homenaje por el día de las madres y para
seguir hablando de la lectura y la escritura,
quisiera compartir con mis madres
lectoras una flor que dibujé hace algunos años ya, junto
a una bella canción compuesta por Ernesto
Luis Rodríguez e interpretada con maestría por el grupo venezolano “Serenata
Guayanesa”, en su disco “Querida Mamá”.
Se trata del
mismo grupo que fuera decretado Patrimonio Cultural de la Nación el 18 de
noviembre del año 2011 a partir del
decreto Nº 8608. Constituirse en
Patrimonio Cultural significa que su
obra es de tal relevancia y repercusión en el mundo cultural de la Nación, que con el propósito de garantizar su
preservación, a partir de ese momento su
obra sería de obligatoria difusión en las escuelas, por ejemplo,
para que de este modo la conozcan las generaciones futuras.
Es una agrupación
de tanta trayectoria e importancia que ha sido acompañado
en alguno de sus conciertos por la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas,
regalándonos hermosos momentos de deleite artístico a los venezolanos durante las navidades, al tiempo que nos pone a pensar cómo sería el
niño Jesús en caso de ser venezolano.
Como producto del mestizaje seguramente tendría otras
características, las cuales se
parecerían más a los niños de nuestras aulas.
¿Sería posible
que se dijera de nuestra madres que con
la huella de sus palabras perfuman el abecedario? ¿Pero no conforme con eso nuestras madres serían tan sublimes y tan
bondadosas también se dijera de ellas que le ponen sol al canario y
son manantial de la estrella? ¿Y que como
consecuencia de ello lavan en agua de
mimos el pantalón con remiendos? Es lo que propone Iván Pérez Rossi en la
canción de Ernesto Luís Rodríguez que versiona y que se les regala a continuación,
queridos lectores, junto a esta
flor, como presente por el día de las
madres.
Si quieres escuchar la canción "Arruyo para una madre" de Serenata Guayanesa
Si quieres escuchar la canción "Arruyo para una madre" de Serenata Guayanesa
Referencias
Ø http://radiodecimafm.blogspot.com/2009/11/biografia-y-poesia-de-ernesto-luis.html
No comments:
Post a Comment