Saturday, July 4, 2015

La Cucarachita Martínez. 5º Entrega

Fe de erratas: 

Tan pronto la Cucarachita se encontró el mediecito empezó a suspirar:  “Y ahora,  ¿qué haré con mi mediecito?”  La incomodidad de la incertidumbre llegó a ser tan abrumadora que alcanzó el punto de llevarla  a sollozar casi en medio de un mar de lágrimas.  De igual manera hace unos meses o semanas al darme cuenta que me había saltado una parte importante del cuento,  después de 6 años de trabajo en este proyecto,  empecé a preguntarme  ¿y ahora qué haré con mi cuentecito?

La Cucarachita muy sagaz pensó,  “si compro dulces,  me los como y se acaban.  Si compro perfumes,  me los echo y se acaban.  Si compro joyas,  se me pierden y se me acaban”.  De igual manera yo pensaba y pensaba en todas las alternativas que tenía para resolver el entuerto de mi descuido,  encontrándole a cada una un aspecto negativo.  De esta manera  decía:  Si la pongo como una entrada más al final,  no se verá la secuencia.  Si la pongo donde debe ir,  quizás tenga que borrar todo lo que  hice de más antes de ponerla.

 Así que pensando y pensando se me ocurrió,  al igual que a la Cucarachita,   la solución de que si la coloco como la última entrada del blog,  no importaría con tal de que introdujera una botonera a modo de índice,  del lado derecho con todas las entradas correspondientes al cuento.  Así el lector interesado podría leer todo el cuento de principio a fin conjuntamente con las introducciones de cada entrega,  con sólo hacer click en cada una de ellas de de manera secuencial.  Es por ello que a continuación,  amigo lector,  te presento la que ha debido ser la 5º entrega de La Cucarachita Martínez de Antonio Arráiz,  adaptada a niños de preescolar.  Esperamos que hayas disfrutado de la aventura y una vez más te pido disculpas.

La Cucarachita Martínez.  5º Entrega.

-¿Y qué haré yo con mi mediecito? -  se repetía,  y su interrogación iba adquiriendo un tono siempre  mayor de saciedad y de tristeza. 

-Viajar – le contestó la Golondrina-.  ¡Oh!  ¿Puede hallarse un empleo más sabio y bello de la riqueza?  Recorrer el mundo;  hacer de paisajes ,  ciudades,  muchedumbres desconocidas desfilen ante nuestros ojos ;  descorrer el secreto de lugares remotos y fascinadores;  penetrar en el misterio de las leyendas,  de mitos;  de tradiciones extrañas ;  que nuestra planta alegre y aventurera profane el silencio de comarcas espolvoreadas de historia ;  sentir cómo se diluye nuestra personalidad en el bullicio de las religiones,  de las lenguas,  de los seres multicolores;  no tener asiento en nada ,  no tener asidero en nada… ¡Oh!  ¡Puede haber nada tan hermoso como viajar? 

-La paz,  la quietud de un sitio tranquilo y apartado -  replicó el puerco-. La verdadera felicidad consiste en el perfecto reposo.  El tiempo se desliza de una manera insensible,  y todo nos parece tan lejos,  tan aparte,  que se diría que la vida no corre para nosotros,  ni nos alcanza con el hervidero de sus pasiones,  convulsiones,  problemas y heridas sangrantes.  Un lugar plácido donde envolverse en la ventura de la paz interior … Eso es lo que se debe buscar.

-La vida es acción,  y sólo tiene sentido cuando se traduce en acción – replicó la abeja-. ¡Qué valor puede haber adquirido tu existencia si te encuentras con que no has hecho nada? Te parecería espantosamente vacía.  Obsérvenme a mí: sin descanso estoy entregada a una infatigable actividad,  porque si no obedeciese a este impulso natural,  que es común en todos los seres vivientes ,  sino me dejase arrastrar por este afán de movimiento y creación, lo mismo que cuando se toca la mano helada de un animal muerto retrocedería horrorizada al palpar la desesperada inanidad de la vida.

-Acción,  sí –arguyó la hormiga-.pero acción dirigida, acción orientada, no acción a tontas y locas.  ¡Qué importancia tendrá tu actividad si carece de un objetivo?  Sería como un pobre animal descabezado,  a quien alguno de los perversos hijos de los hombres lanzó al polvo del camino.  Con las seis patas hace movimientos desordenados,  pero no acierta a adelantar en ninguna dirección,  porque ni ve ni sabe a dónde va.  Un fín,  una meta,   es la clave de la vida.  El fin de la riqueza es crear más riqueza.  El ahorro es el más alto ideal que debe inspirar a un animal.

-El ahorro es la mayor de las insensateces –protestó la cigarra -. El ahorro es un tirano a quien erigimos en nuestro propio amo y voluntariamente nos sometemos a su odioso yugo.  ¡Quién sería tan loco que con plena deliberación adoptase la esclavitud?  ¿Qué se gana con ahorrar?  La vida es corta ;  pronto nuestros brazos serán débiles,  nuestra vista escasa,  y después se tiene uno que morir.  Aprovecha Cucarachita Martínez tu juventud,  tu hermosura y tus riquezas mientras te duren,  y no des oídos a lúgubres reflexiones.

-Toma estado,  cásate,  Cucarachita Martínez –aconsejó la Gallina -. No hay placer más grande que el sentir una familia en torno suyo,  y al arropar los hijos bajo el ala,  alborozarse cuando pronuncian las primeras palabras y ver cómo lentamente se desarrollan a nuestro amparo.

-Sí,  y los hijos se enferman, lloran,  gritan,  alborotan;  y si alguno (¡no lo quiera Dios!),  se te llega a morir,  ya tienes que vivir desconsolada el resto de tus días –continuó el Pico de Plata-. Y aunque no se te enfermen ni mueran,  ¿qué?,  el día menos pensado se casan y se van del hogar,  dejándote abandonada después de tantos sacrificios que has hecho por ellos … No,  Cucarachita,  no seas idiota:  no te cases nunca.  Permanece soltera,  y goza de la libertad, de los campos verdes y de los cielos azules.

Y emprendió el vuelo.

-¿Qué haré yo con mi mediecito?  -  murmuraba,  ya casi con lágrimas la Cucarachita.

-Buena que la hemos puesto!  ¡Ahora la muchacha sonsa se va a poner a lloriquear! –Rezongó Misia Rata malhumorada-. ¡Eso nada más nos faltaba!  ¿No digo yo? Entienda que estas niñas de ahora sí que son desabridas.  Se encuentra la mocita convertida de la noche a la mañana en millonaria,  ¿y qué cree usted que inventa?  ¡Sale a pasear en automóvil?  ¿Se compra un vestido bien bonito y unos lacitos azules para la cabeza y se sienta a la ventana a flechar corazones?  ¡No,  señor!  ¡Nada de eso!  Se pone a hacer pucheros,  porque diz que no encuentra qué hacer4 con su mediecito…
Se abanicó sofocada.

-¡Habrase visto!  -añadió.

Estaba en un grado máximo de indignación.

-¿U…u…u…u…unos…  la…la…la…lacitos azules? –gimoteó la Cucarachita,  mirándola a través de las lágrimas.

Misia Rata se enterneció:

-Sí,  muchacha.  No seas tonta -  dijo;  sentándose a su lado y principió a acariciarla-. No te preocupes por lo que te haya dicho esa gente.  ¿Qué te dijeron esos sinvergüenzas?  Toditos ellos son unos malvados,  que lo que quieren es mortificarte.  Cómprate unos bonitos lacitos azules,  te los pones en la cabeza.,  te sientas a la ventana, y verás tú lo que es gozar…


El rostro de la Cucarachita Martínez se iba iluminando,  en tanto que las lágrimas temblaban todavía en sus largas pestañas.   

Friday, July 3, 2015

Venezuela bañada de fertilidad por el deshielo de los Andes


Con esta foto estoy participando en el III Concurso de fotografía Digital del año 2015 en el Centro Venezolano Americano para optar a una beca como estudiante en la Institución. 


  • Título: Venezuela bañada de fertilidad por el deshielo de los Andes. 
  • Autor: Víctor Mendizábal.
  • Fecha:  2 de Enero del 2012.
  • Lugar fotografiado: Río que se ve en el camino desde la Laguna Negra a La Laguna de Mucubají. Parque Sierra Nevada. Mérida. Venezuela.