Wednesday, March 10, 2010

Ponencia presentada el 18 de junio de 2009 en el V Congreso Internacional de la Catedra Unesco

Abordar el maternés como un estilo de lenguaje que facilita el proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje del niño। Experiencia con infantes de 3, 8 y 18 meses।
Profes। Víctor Mendizábal, Donibeth Mosquera,
Arelis Romero, Rona Ortiz y Carmen Teresa Rincón
(UPEL-IPC- SUBPROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN LECTURA Y ESCRITURA) (victormendizabal30@hotmail।com; donimr@hotmail.com;
El maternés ha sido visto sólo como un estilo de lenguaje empleado por los adultos al interactuar con los bebés y niños para captar su atención. Para comprobar esta aseveración se llevó a cabo una experiencia con infantes en edades comprendidas entre 0 y 3 años, de las cuales fueron seleccionadas las situaciones comunicativas con niños de 3, 8 y 18 meses, de modo que se realizaron grabaciones y transcripciones de esas situaciones naturales en las que intervenían los adultos con estos niños en edades maternales. El propósito de esta investigación subyace en indagar acerca de esta forma lingüística, tan común en nuestra cultura, que resulta influyente para la adquisición de la lengua en el niño; asimismo, poder percibir a través de los corpus transcritos cómo varía la interacción entre adulto e infante de acuerdo al sexo de los mismos. Como resultado, se pueden indicar los siguientes rasgos relevantes del motherese: los adultos se valen de diminutivos y aumentativos, dictan órdenes y formulan preguntas, usan onomatopeyas y alargan el sonido de las vocales. Tales características encontradas en los corpus del presente trabajo evidencian las particularidades de cada interacción pues, responden a las características propias de cada familia. En síntesis, se afirma que el maternés promueve la elaboración del discurso y resulta útil para la adquisición y desarrollo del lenguaje del niño pues, el lenguaje tiene un carácter innato, se adquiere y se desarrolla socialmente, mediante el contacto del niño con la madre u otro adulto, ya que éste logra captar su lengua materna a través de la imitación de las interacciones personales y sociales que surgen en su contexto familiar y social, por lo que adquiere gran significación para él.

Descriptores: maternés, corpus, características del maternés।
Abordar el maternés como un estilo de lenguaje que facilita el proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje del niño। Experiencia con infantes de 3, 8 y 18 meses.


Profes। Víctor Mendizábal, Donibeth Mosquera,
Arelis Romero, Rona Ortiz y
Carmen Teresa Rincón
(UPEL-IPC- SUBPROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN LECTURA Y ESCRITURA) (victormendizabal30@hotmail।com;
doNegritanimr@hotmail।com; romeroarelis07@hotmail।com;
carmenteresavenezuela@hotmail.com)

Introducción
Esta investigación teórico-práctica muestra situaciones reales que involucran niños y niñas menores de dos años, que procuran evidenciar la influencia del habla infantil, también conocida como motherese o maternés। Atendiendo a que este estilo de lenguaje se ajusta a las posibilidades de comprensión del infante, se plantean las posturas que surgen alrededor de dicha forma, ya que por una parte, se sobreestima su influencia sobre la adquisición y desarrollo de la lengua en el niño y, por otro lado, se afirma que no es fundamental pues, no se emplea en algunas culturas, por cuanto carece de carácter universal, aunque esto no quiere decir que se deje de reconocer que el maternés promueve el desarrollo de las competencias lingüísticas y de socialización, Serra, Serrat, Solé, Bel y Aparici (2000).

Los pasos que se siguieron en la elaboración de tal trabajo se iniciaron en primer término con la grabación de las conversaciones en las que interactuaban niños menores de dos años y adultos del entorno familiar de los mismos; en segundo lugar se procedió a su transcripción, que posteriormente se contrastó con los basamentos teóricos como aportes al estudio que se abarca y; por último se presentan los comentarios críticos en consideración con las experiencias recabadas en relación al papel que desempeña el maternés en la interacción cotidiana con el niño.
Para finalizar, el presente estudio se constituye inicialmente por el marco referencial en el que se esbozan las diferentes acepciones que a lo largo del tiempo se le han adjudicado al habla infantil empleado por adultos, de igual manera, se refieren las características que lo identifican। Seguidamente, se expresan las particularidades del maternés encontrados en los corpus। Para continuar, se presenta un análisis crítico en cuanto a cómo se puede catalogar el papel del maternés, en otras palabras si resulta favorable o no su empleo para el desarrollo lingüístico del niño।
Alineación al centro
Marco Referencial

Es común escuchar a los adultos usar como discurso al maternés como una forma de afecto y de identificación para interactuar con los lactantes y niños pequeños; sin embargo, este estilo discursivo no es exclusivo entre adultos y pequeños, por el contrario es común su empleo entre adultos así como con las mascotas। De hecho, el manejo que se le ha dado a este modo discursivo, a lo largo de los años, ha motivado la proliferación de diversos términos, que según estudios de Snow (1986) (Citado en Serra, Serrat, Solé, Bel y Aparici, 2000) los más usuales son: motherese, parentese, baby talk, habla infantil dirigida (IDT), discurso dirigido al niño (CDS) o lenguaje dirigido al niño (LDN) y ciertamente todas esas expresiones ilustran lo que hacen los adultos -en su mayoría- para comunicarse con los bebés y con los pequeños infantes.

En lo tocante al papel que desempaña el maternés en la adquisición del lenguaje del niño hay autores que sobrestiman su importancia, sin embargo, Rima Sueldo (1997) (citado en Girbau Massana, 2002) asevera que el maternés es un discurso relevante para el proceso de vinculación emocional, pues este lenguaje es más atractivo para obtener la atención infantil। En relación a ello, de acuerdo con A. Lamas (correo-e, Noviembre 14, 2008) estudiosos como La Costa afirma que motherese es un lenguaje que contribuye en el desarrollo mental, ya que ayuda a enseñar al niño la función básica y la estructura del lenguaje, así cuando se le habla al niño se observa que éste tiende a imitar al adulto. Por su parte, Good Luck (1991) (citado en Girbau Massana, 2002) plantea que el maternés coadyuva al infante en la adquisición y comprensión del lenguaje, particularmente en las normas que resultan imprescindibles.

Asimismo, Valles (2007) afirma que este lenguaje es un registro lingüístico basado en la simplificación, especialmente en lo referente al nivel sintáctico del lenguaje। Es decir, una forma característica del habla, que emplean los adultos para dirigirse a los niños pequeños. De acuerdo con los estudios de G. Hernández (s/f) Bateson (1975) asegura que a través de la protoconversación el adulto acomoda su conducta a las pautas innatas infantiles y sincroniza sus movimientos, gestos y vocalizaciones en una especie de diálogo. En referencia a ello, el autor expresa que en una interacción madre/bebé, el adulto aprovecha las diversas situaciones rutinarias para conversar con el bebé con variadas intencionalidades, deseos y sentimientos e interpretando los sonidos que generalmente se dotan de significados que muchas veces se corresponden con las intenciones del adulto.

En relación a esto, Serra, Serrat, Solé, Bel y Aparici (2000) aseveran que el habla de los padres pone de manifiesto aspectos morfosintácticos de forma tal que sus enunciados están construidos, gramaticalmente hablando, de manera adecuada a las normas de uso de la lengua; por supuesto, los adultos emplean expresiones cortas y menos complejas para que el niño las vaya asimilando además, se hace constante la formulación de preguntas para incentivar una respuesta।

En otro sentido, la forma y el contenido de este lenguaje se caracterizan según Valles (2007) por: la utilización, de una entonación muy marcada; la agudización de frases interrogativas o por el uso de onomatopeyas; asimismo, se exagera la articulación de los fonemas vocálicos prolongando su emisión; extensión de fonemas vocálicos como /a/, /u/, /i/, y consonánticos como: ⁄m⁄, ⁄b⁄, ⁄p⁄, ⁄g⁄। Igualmente, se seleccionan preferentemente los sustantivos y adjetivos de uso más frecuente, y se repiten continuamente al realizar actividades cotidianas como la alimentación y el aseo, estos intercambios le permiten al adulto enseñar la lengua materna, la construcción de la relación afectiva con su hijo y además, hace posible una comunicación efectiva que provee información sobre el mundo de los objetos y de las personas que lo rodean (p. 65).

En relación a ello, Serra y otros (2000) incluyen algunas de estas características dentro de una macro Categoría denominada Rasgos Fonológicos Suprasegmentales del habla adulta, entre las que figuran: altura de tono, acentuación, duración, ritmo de elocución, pausas e inteligibilidad.


Cómo se puede catalogar el papel del maternés
El habla materna o motherese no es utilizada en todas las culturas ni sociedades existentes, sólo es habitual en los países occidentales, de hecho dentro de estas sociedades tampoco es común que toda su población lo emplee, por lo que es normal que quienes hagan uso de ese discurso algunas veces sean vistos de una manera extraña e infantil।

No obstante, Serra y otros (2000) esgrimen que aunque se omita el motherese como forma de habla que se establece como interacción entre el adulto y el bebé, todos los niños hablan en los plazos considerados normales। Claro está, ello se debe a que los niños desde que nacen comparten el espacio social con sus pares y con adultos de su familia y de su entorno sociocultural. En otras palabras, a pesar de que el niño durante su período prelingüístico pueda carecer de interacciones directas y personales con los adultos que lo rodean, él es capaz de captar el lenguaje a través de la imitación de las interacciones personales y sociales que convergen en ese contexto social, el cual adquiere gran valor significativo para él.

Cabe decir, que la manera en que se les habla a los niños refleja los patrones culturales y sociales de esa comunidad que en el caso occidental favorece a los infantes, ya que está centrado en sus intereses y necesidades, porque desempeñan un papel protagónico en el seno familiar। Es por ello, que mediante el Maternés se va consiguiendo que los bebés formen parte y participen rápidamente en su entorno social; asimismo, la madre o cuidador sirve como modelo para enseñarle al niño que todo lo que acontece en su entorno se puede expresar mediante las palabras.

En este sentido, dicho estilo de lenguaje utilizado tanto en niños como en adultos, se da según aseveraciones de Snow y Fegurson (1977) como medio de identificación en el que confluyen elementos de enseñanza tales como: el intercambio social, las muestras de afecto, la fonológica a través de las extensiones de los fonemas vocálicos, p। ej। Niño parranderoooooo, para enfatizar que es él y no otro bebé y que es alegre, divertido en gran medida; así como el uso de sonidos onomatopéyicos, p। ej. Shuiiii pum…, para identificar el cohete. Igualmente, hay una pedagogía sintáctica cuando se le llama al niño por su nombre, p. ej. ¿Asiiel? ¿Dónde está Asiiel?, lo cual ayuda a reforzar el empleo de los nombres de las personas. También cuando se emplean los demostrativos, ej. Mira (…), el burrito tiene cuatro paticas y una colita. Como se puede observar el LDN no sólo es un código útil para demostrar afecto y ternura sino para acercar al bebé al manejo de su lengua materna.
Conclusiones
Por las razones antes esgrimidas, el estudio sobre el maternés permitió evidenciar que, aunque el lenguaje tiene un carácter innato, se adquiere y se desarrolla socialmente, en primer término a través del contacto del niño con la madre y con otros adultos cuidadores, quienes desempeñan un papel fundamental en esa adquisición y desarrollo del habla, ya que le proporciona al infante un modelo lingüístico que se usa con múltiples intenciones y en diversos contextos। Por otra parte, esos diálogos suponen la posibilidad del intercambio de roles, entre el adulto y el bebé, lo que le facilita a éste tener un acercamiento con la estructura discursiva donde cada interlocutor interviene, es decir, identifica la “protoconversación” a través del juego -que surge por ejemplo cuando se le esconde un objeto-, ya que comparte el mismo funcionamiento y esquema: apertura, desarrollo y finalización de la interacción.

En este sentido, el Maternés lejos de subestimar las capacidades del niño, sirve para adaptarse a sus capacidades comunicativas limitadas, pues el adulto se ajusta a las habilidades de su interlocutor infantil para facilitarle el proceso de adquisición del lenguaje। Por lo tanto, además de estimular el desarrollo del lenguaje en su función referencial, funciona como vehículo de transmisión cultural a partir del acrecentamiento de los saberes.

Por todo ello es que a nuestro juicio, el maternés resulta provechoso para los niños de 0 a 18 meses, ya que van adquiriendo y modificando su habla de forma tal que ésta se desarrolla rápidamente। Por lo que, es vital esa interacción con pares y con los adultos, es decir, que haya una constante socialización a fin de que el niño tenga una formación ante las diversas situaciones que comparte en el contexto familiar।
Referencias
  • Girbau Massana, M. (2002) Psicología de la comunicación. Madrid: Ariel Psicología.
  • Hernández, Gustavo. (s/f) Lenguaje [Documento en línea]. Disponible en http:// www.ulpgc.es/descargadirecta.php?codigo_archivo=2691 [Consulta: 2008, Noviembre 21]
  • Lamas, Alicia (s/f) Palabras y lenguaje [Documento en línea]. Disponible: alilam05@yahoo.com.ar.
  • Serra, M., Serrat, E., Solé, R., Bel, A. y Aparici, M. (2000) La Adquisición del lenguaje। Madrid: Ariel Psicología.
  • Snow, C. y Ferguson, CA (Eds.) (1977). Talking to children Language input and acquisition. Cambridge: Cambridge University Press. [Documento en línea]. Disponible en http:// www.ericdigests.org/pre-9215/baby.htm [Consulta: 2009, Enero 10]
  • Valles, B. (2007). Desarrollo del Lenguaje y Enseñanza de la Lengua Materna en la Educación Inicial. Caracas: Didáctico Crecer.