Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Curso: Lectura para Niños y Jóवेंस
Víctor Mendizáबल
Antonio Arráiz
Antes que nada quiero empezar esta nueva entrega de la Cucarachita Martínez pidiendo excusas a mis lectores y seguidores en América Latina, América del Norte, Europa y Asia por tan prolongada ausencia. Sin embargo, en algunas oportunidades el distanciamiento con respecto al trabajo que se realiza hace posible que se aprecie todo en perspectiva. De esta manera se ponderan en su justa medida los logros, así como también se reconocen más claramente los errores, sobre la base de una revisión integral. Como resultado se evalúa y se toman decisiones en cuanto a los tópicos a trabajar en futuras oportunidades.
Este tiempo también ha sido propicio para planificar el trabajo, distribuyendo el resto del cuento con textos introductorios acordes con la intencionalidad de cada entrega. Pensando y repensando qué sería lo más apropiado escribir para intercalar las entregas. Así se ha empezado a sonar qué obra pudiera dar continuidad a la Cucarachita Martínez. Se ha decidido que la obra seleccionada se dedique a resaltar la importancia de la lectura en voz alta, como estrategia pedagógica, no obstante esto será tema de discusión en próximos encuentros.
En segundo lugar se quiere llamar la atención del lector en cuanto a las novedades incorporadas en este espacio. Para comenzar se agregaron los hipervínculos para acceder a las versiones digitales de las revistas “Lectura y Vida”, “Nuevas hojas de Lectura”, “Pensar el Libro” y “Scielo”. Seguidamente llamará la atención del lector una sección dedicada a los artículos que hicieron historia en la revista “Lectura y Vida”. A continuación se podrá encontrar una sección dedicada a los libros ganadores del concurso “Los mejores Libros del Banco del Libro-2010”, dentro de la cual hay dos links. El primero de ellos nos vincula directamente con la página del Baco del Libro, con la finalidad de ver los libros ganadores, en tanto que el segundo se trata de un artículo que al respecto publicó revistababar.com. Por último se decidió incorporar una sección dedicada a entrevistas con los escritores. En esta primera oportunidad se seleccionó a Anthony Bronw.
Para finalizar esta introducción quisiera compartir con mis lectores lo que me ha servido de motivación e inspiración para retomar este trabajo. Resulta que al igual que la mayoría de los docentes, cuando voy de viaje a algún lugar, además de disfrutar, conocer, descansar y tomar muchas fotos, si veo algo que pudiera contribuir con la realización de mi trabajo no lo pienso dos veces para comprarlo. El hecho es que mientras estaba de vacaciones encontré una tienda como mágica, donde había preciosidades para trabajar con los niños, entre lo que resaltaban infinidad de títeres de peluche. Al principio compré sólo uno, pero al rato regresé a comprar más, suponiendo que probablemente en un buen tiempo no regresaría. “La oportunidad la pintan calva” como decimos en Venezuela, así es que decidí aprovechar.
Si no me falla la memoria compré 5 títeres. Mientras los escogía le expliqué a la vendedora que yo soy maestro de preescolar y que los uso para representar un cuento sumamente hermoso que se llama “La Cucarachita Martínez y el Ratón Pérez”, cuya autoria es de un escritor venezolano. Le pregunté si lo conocía. Como respondió que no, le dije que estoy tratando de ponerlo en un blog y que si quería podía leerlo allí. Al regresar a mi ciudad y ponerme a trabajar nuevamente en mi escritorio, he encontrado, con mucha satisfacción que me han visitado desde el país donde estuve. Me gustaría imaginar que esta persona lo buscó, movida por la curiosidad de saber qué cosa tan sublime, qué cosa tan romántica y tan maravillosa diría un cuento, como para haber motivado a uno de sus clientes a comprar 5 títeres. Y no conforme con eso, hablar sobre esa historia con una emoción desbordante que se acrecentaba cuando enlazaba lo referido hasta ese momento con lo mejor de su país. Para ella y para los muchos otros lectores que empezaron a frecuentar en los últimos meses mi blog, es a quienes dedico esta entrega. Espero que la aventura emprendida sea de su agrado
La Cucarachita Martínez. Fragmentos. 6˚ Entrega
-Mi querida hermana –exclamó Doniazada- te ruego que antes de asomar el día, acabes de contarme el cuento de la Cucarachita Martínez.
-Voy a darte ese gusto –respondió la sultana, y al mismo tiempo pidió permiso al sultán.
Cuando lo hubo conseguido prosiguió la historia de la Cucarachita Martínez del siguiente modo:
El rostro de la cucarachita Martínez se iba iluminando, en tanto que las lágrimas temblaban todavía en sus largas pestañas.
- Unos lacitos azules… -murmuró, como hablando consigo misma -. Si compro dulces, me los como y se me acaban. Si compro perfumes, me los echo y se me acaban. Si compro joyas, se me pierden y se me acaban; y además me traería mala suerte. Si, voy a comprarme unos lacitos azules.
Y así fue como la Cucarachita Martínez, se compró sus lacitos azules. Se peinó, se empolvó, se pintó las mejillas y los labios, se puso su vestido nuevo, se arregló con graciosa coquetería los lazos azules en los rizos negros; y se sentó a la ventana. Estaba muy linda.
Los galanes comenzaron a rondar:
-Cásate conmigo –le dijo el Toro.
- ¿Y qué me ofreces tú? – le preguntó la Cucarachita.
- Te ofrezco poder. Cásate conmigo, y el mundo estará a tus pies. Dirás una sola palabra, y todos temblarán, y se precipitarán a complacerte. ¿Qué digo una palabra? Ni aun será menester que formules tu deseo. Un antojo tuyo, un ligero capricho que exhales en el viento, será como una campanada que agitará a los perezosos, despertará a los dormidos y hasta resucitará a los muertos. El giro más voluble y encendido de tu pensamiento regresará a ti, antes que lo hayas expresado, convertido en espléndidas verdades y realizaciones insoñadas. Los animales te temerán y obedecerán solícitamente. La vida será un sendero de presentes y ofrendas a tu paso, y el Universo se arrodillará ante ti, reverenciando a la escogida por el poderoso Toro.
-іAy, Toro me das miedo! –contestó la Cucarachita.
-La vida será un sendero de presentes y de ofrendas para ti, pero de presentes dulcísimos y ofrendas delicadas –dijo el Canario de Tejado-. Yo te ofrezco la poesía. Orquestas invisibles modularán hermosas melodías, las auras impalpables traerán músicas imprevistas, una lluvia de estrofas y de pétalos caerá sobre tu frente, un surtidor de madrigales y de endechas brotará blandamente, quejándose bajo tus pies.
-іAy, Canario, me empalagas! –repuso la Cucarachita.
-Aquí esta mi espada victoriosa. Viene de mil combates formidables. Caía como una tempestad sobre ejércitos sin número, los que se desbandaban, empavorecidos, ante su resplandor. Entró a saco, a sangre y fuego, en ciudades populosas, capitales de vastos imperios aniquilando los últimos baluartes de desesperadas resistencias, y está aun palpitante de la sangre de mis víctimas. іTómala! іTuya es! A tus pies la deposito con mi homenaje. Ven, serás la esposa del victorioso gallo. Yo te ofrezco la Gloria –dijo el Gallo.
Hay que confesar que estaba soberbio con su dormán rojo de branderburgos de oro y la cascada de plumas sobre el yelmo; pero la Cucarachita le respondió:
-іAy, Gallo, me das grima!
-Yo te ofrezco los honores: dígnate participar de ellos –expuso el doctor Burro-. Unidos escalaremos las augustas excelsitudes desde donde se divisan apenas los espumeantes afanes del montón ignoto. No nos salpicarán las miserias ni su estulticia. Sagrados cortinones servirán de majestuoso dosel a nuestra vida, y, unidos, nos sentaremos tú y yo en el trono de la inmortalidad.
-іAy, Burro, qué fastidioso debe ser!
-Yo te ofrezco amor; yo soy todo amor, únicamente amor –manifestó el chivo-. Ven: dame tu mano. Enlázate conmigo. Iremos a amarnos insaciablemente en todos los parajes en que el amor puede florecer. Nos amaremos en la umbría de los bosques, en el terciopelo de los prados, sobre la arena de oro de las playas, al borde de las colinas redondeadas por las que bate la brisa cargada de efluvios de canela y malabar. Mi amor es ferviente e infinito, como un beso en el que se hubiese refundido la eternidad.
-іAy, Chivo, no te creo!
El gato le ofreció la aristocracia de su alcurnia; el Perro la lealtad de su devoción; el Escarabajo las perfecciones de su industria; el Turpial las armonías de su arte; el Ganso le prometió una vida apacible y burguesa; el Caballo una existencia de deportes y agitación; el ciempiés quiso convencerla de que uniesen sus riquezas, y así, casados ambos, llegasen a ser los animales más ricos del mundo; el Cucarachero, su pobreza, y con ella pan y cebolla.
-іAy, no, no! No me decido –decía la Cucarachita.
Estaba otra vez a punto de llorar.
Ratón Pérez no prometía nada. Hallábase quieto y callado, mirando a la Cucarachita sin mover ni la punta del rabo, y sus dulces ojos negros transparentaban una resignada melancolía.
-¿Y tú, Ratón Pérez, no me ofreces nada?
-Nada, Cucarachita Martínez –respondió con un suspiro-. ¿Qué podría ofrecerte? Hubiera sido para mi un sueno maravilloso casarme contigo, y estar todos los días, todas las horas, todos los instantes, contemplándote en silencio como ahora. іEres tan bella Cucarachita Martínez! Habría sido un sueno de encantamiento sentir… ….
-Hermana mía –le dijo Doniazada-, te confieso que el principio me gusta y preveo que lo demás será muy lindo.
-Nada cabe más portentoso que la próxima parte de la historia de la Cucarachita –respondió la sultana- y de eso te darás cuenta la noche siguiente, si el sultán me permite vivir.
Shariar curioso por saber cuál había sido al final la elección de la Cucarachita no quiso que Sherazada muriera aquél día; por lo tanto se levantó sin dar aquélla orden tan inhumana।
Referencias
· Las Mil y Una Noches. Tomo 1 (2003). Gustav Weil (Traductor). Edicomunicaci’on, S.A. España.
· Arráiz, A। (s.f.). La Cucarachita Martínez y el Ratón Pérez. En: Meneses, G. (1992). Antología del Cuento Venezolano. Monte Ávila Editores. Caracas.
· http://compulsiones.blogspot.com/2007/05/la-cucarachita-martnez-tradicional-de.html